INTRODUCCIONEl propósito de este artículo es el de exponer algunas ideas aportadas por las investigaciones occidentales, en torno a la 'regulación de la actividad, siguiendo una línea de trabajos iniciada en la Unión Soviética por A. R. Luna (1969Luna ( , 1973Luna ( , 1974Luna ( , 1984 e inspirada por L. S. Vygotski (1934Vygotski ( /1973. En esta misma dirección, pretendemos cubrir varios objetivos, como hacer un amplio desarrollo de los aspectos cognitivos de la actividad voluntaria; determinar la influencia que, 'sobre dichos aspectos, ejerce el habla reguladora; y, también, presentar otras formas alternativas de regulación y control sugeridas indirectamente por algunos investigadores actuales (Bronckart, 1981;Bronckart y Ventouras-Spycher, 1979; Zivin, 1979;Frauenglass y Díaz, 1985). Igualmente, queremos exponer nuestra visión personal de los aspectos impulsivo y activadores de habla reguladora y abordar una posible explicación de sus orígenes. Una vez analizados estos aspectos en profundidad, presentaremos aquí nuestra concepción al respecto, que denominamos «teoría de la modulación de activación». Dicha teoría trata de profundizar en el plano más adaptativo de los procesos ligados a la función impulsiva y a la «activación» (arousal) del habla reguladora, sin los cuales es imposible entender la importancia que esta habla ejerce desde una perspectiva atencional.Consideramos especialmente importante cubrir estos aspectos, porque a nuestro juicio la teoría y los trabajos de Luna se han estudiado siempre desde perspectivas sesgadas, sin tomar en consideración que su posición es muy amplia, encabalgada entre la psicología evolutiva y la neuropsicología. Dado el escaso conocimiento que tenemos de la psicología soviética, nos hemos acercado a ella con apriorismos sacados de nuestras propias tradiciones científicas. Esto ya sucedió a comienzos de los años sesenta, cuando el conductismo mediacionista creyó ver en Luna su tabla de salvación (Wozniak, 1972). Nos atreveríamos a decir que algo similar Viene a suceder hoy-en día. Es posible que la mayoría de los investigadores que abordan el estudio de la obra de Vygotski o cualquiera de sus seguidores, lo haga en base a posicionamientos previos (psicolingüísticos, cognitivistas, etc.) que son científicamente honestos pero que, llegado el caso, pueden confundir más que ayudar. No hemos de olvidar que el punto de partida de los psicólogos soviéticos es un concepto holista, el de «actividad» (Leon-