“…Por otro lado, existen evidencias de que la tecnología actúa como una herramienta cognitiva, es decir, como un conjunto de artefactos que aumentan o mejoran las capacidades cognitivas del alumnado en actividades como pensar, aprender o resolver problemas (Herrington y Parker, 2013;Jonassen y Reeves 1996), en especial, en relación con algunas funciones ejecutivas como los procesos de memoria (Linden et al, 2016). Para aprovechar el potencial de la tecnología en los procesos de aprendizaje musical, son necesarias una actitud proactiva del profesorado, una detección previa de las necesidades del alumnado y disponer de medios, infraestructuras y metodologías adecuadas (Badia e Iglesias, 2019;Murillo i Ribes et al, 2019). Esta sería la segunda razón para analizar las estrategias metodológicas docentes en actividades donde se encuentran creatividad y tecnología.…”