La base de los estudios de peligrosidad sísmica es disponer de catálogos sísmicos lo más completos posible. En regiones intraplaca, caracterizadas por largos periodos de recurrencia entre terremotos, es esencial obtener un catálogo sísmico con un extenso intervalo temporal. El noroeste de la Península Ibérica (Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y Leon y norte de Portugal) se ha considerado tradicionalmente una zona intraplaca sísmicamente estable, ya que se encuentra alejada de los bordes de placa sísmicamente activos. Sin embargo, crisis sísmicas como las Sarria-Triacastela-Becerreá (Lugo) (1995 y 1997; con eventos de magnitud hasta 5.3) ponen de manisfiesto en esta región un potencial sismogénico de magnitud moderada. En este trabajo se realiza una revisión y ampliación del catálogo sísmico de esta región previo a 1755 (periodo peor documentado del catálogo sísmico), con el objetivo de caracterizar esta sismicidad intraplaca y mejorar la completitud con un nuevo catálogo para el NO peninsular y así poder reconocer si la sismicidad reciente y posterior a 1755 es anómala o si, por el contrario, es característica de esta región. Para ello, se tomó como base el catálogo sísmico oficial español del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que es la agencia responsable de la red y alerta sísmica. Se han buscado las fuentes documentales primarias de los terremotos descritos en dicho catálogo, para el margen espacial y temporal considerado, y se han revisado parámetros como la localización, fecha y zonas geográficas afectadas por el terremoto. En este catálogo a los 13 terremotos incluidos por el IGN, se han añadido 10 del catálogo de Ces Fernández (2015) y 4 nuevos, ampliando así el catálogo hasta los 27 terremotos. Tras revisar las fuentes se han modificado: 6 parámetros de fechas, 8 localizaciones y 10 zonas geográficas donde se sintió el sismo. Posteriormente ha sido posible calcular la intensidad de 18 de estos terremotos con dos escalas macrosísmicas (EMS-98 y ESI-07). En este nuevo catálogo las intensidades calculadas se encuentran entre IV y X en EMS-98 y entre VII y XI en la ESI- 07, es decir incluyen eventos de mayor o igual intensidad que los ocurridos después de 1755, que no han sobrepasado la intensidad VI o VII como ocurrió en la crisis de Sarria-Triacastela-Becerreá (Lugo) de 1997. Además, la distribución geográfica de los eventos anteriores a 1755 es similar a los ocurridos posteriormente. Todo ello indicaría que la sismicidad actual y posterior a 1755 no sería una anomalía de la tendencia de la región. En el futuro, para seguir ampliando el catálogo sísmico de esta región, sería necesario integrar estudios multidisciplinares de sismicidad histórica e instrumental y paleosismología, prestando atención a fallas que puedan ser activas, bajo el régimen tectónico actual.