“…Respecto a estas últimas cabe una breve reflexión, pues las diferentes metodologías que se utilizan, al menos en principio, con los niños que inician el aprendizaje del idioma más jóvenes y los que lo iniciaban a los 11 años, se corresponden con enfoques más implícitos y más explícitos, respectivamente. Ciertamente, una metodología que propicie mecanismos de adquisición implícitos favorecerá a los niños más jóvenes; son éstos los mecanismos que actúan de manera Estudios de Lingüística Tendencias y líneas de investigación en adquisición de segundas lenguas óptima en la adquisición de la lengua materna, y que disminuyen en algún momento entre los 6/7 años y los 16/17 años (entre otros, DeKeyser, 2000;Bialystok y Hakuta, 1994;Oyama, 1978;Johnson y Newport, 1989). Por el contrario, una metodología que propicie mecanismos de aprendizaje explícitos beneficiará en mayor medida a los alumnos de más edad, que no podrán utilizar los mecanismos de adquisición implícitos como los más jóvenes, pero que dispondrán de una madurez cognitiva general mayor.…”