“…Por un lado, puede servir para favorecer el entendimiento mutuo, la comunicación y la convivencia; luchar contra las diferencias, la xenofobia y la violencia; contribuir a la formación de la identidad y conservar las raíces étnicas, en definitiva, mejorar la integración social en un marco intercultural, pero por otro, puede ser un terreno de conflicto, violencia, segregación y exclusión social (Elling, De Knop y Knoppers, 2001;Forodeporte, 2004;Frogner, 1985;Henry, 2007;Jiménez, Durán y Domínguez, 2009;Kennett, 2005Kennett, , 2006aKennett, , 2006bKennett, Sagarzazu y Cerezuela, 2007;Lleixa, 2004;Maza, 2004;Medina, 2002;Mignon, 2000;Müller, Van Zoonen y Roode, 2008;Nehas, 2000;Pirard, 2001;Puig y Fullana, 2002;Silvestre, 2005;Soler, 2007;Van Engeland et al, 1993/94;etc. ).…”