La Enfermedad Celíaca (EC) es una enteropatía crónica de base inmune desencadenada por la ingestión de gluten en pacientes con predisposición genética. Se caracteriza por cambios histológicos severos en la mucosa duodenal definidos por atrofia vellositaria, infiltrado linfocitario e hiperplasia de criptas. Es una patología de alta prevalencia (estimada en un 1% de la población) con una sintomatología variada que puede estar asociada a complicaciones severas. Esta enfermedad ha sido extensamente estudiada utilizando muestras biológicas de pacientes. A pesar de los esfuerzos para desarrollar un modelo animal que reproduzca esta enteropatía, aún no se ha logrado. Usando distintos y complejos esquemas experimentales se han evaluado algunas etapas de la patogenia. Sin embargo, todos los modelos animales desarrollados han logrado replicar sólo algunas etapas del proceso inflamatorio o describir alguno de los mediadores involucrados en la patología, pero ninguno ha logrado modelar la enteropatía en forma plena. En especial, no se han logrado replicar los cambios histológicos característicos observados en el intestino delgado de pacientes con enfermedad celíaca activa. Si bien se conoce con detalle gran parte del mecanismo de patogenia de EC, se ignoran cuáles son las etapas iniciales y en especial, qué factores determinan el inicio de la enteropatía. Por este motivo, el objetivo de este trabajo fue obtener un modelo de inflamación intestinal generada por inductores de la respuesta inmune innata en ratones normales, como posible paso inicial para el desarrollo de una enteropatía más severa y a largo plazo en ratones genéticamente predispuestos. Para ello se optimizó un procedimiento de microcirugía que nos permitió inyectar los mediadores de interés directamente en la luz del intestino delgado. Encontramos que es posible generar enteropatía a las 12 horas en ratones C57BL/6 tanto con la administración de poly (I:C) como con un péptido derivado de gliadina, p31-43. Encontramos que ambos mediadores generan enteropatía por mecanismos diferentes. Por su parte, ambos inductores fueron capaces de generar una enteropatía a largo plazo cuando se emplearon ratones NOD-DQ8, conocidos por presentar sensibilidad al gluten ante ciertas circunstancias. De este modo, con el tratamiento previo de estos ratones con los inductores poly (I:C) o p31-43 y la posterior administración por vía oral de gliadina, obtuvimos dos modelos de enteropatía a largo plazo con características distintivas. En este trabajo mostramos que estos modelos constituyen herramientas muy útiles para el estudio de los mecanismos innatos, tanto moleculares como celulares, que pueden llevar a la generación de procesos crónicos en la mucosa del intestino delgado y conducir al desencadenamiento de EC.