“…En realidad, estos movimientos fronterizos asumen un carácter todavía más relevante, al situarse estos en un campo crecientemente politizado, en la medida en que los Estados han incrementado su protagonismo y reforzado el control sobre los movimientos migratorios y, muy especialmente, en las fronteras que los migrantes tratan de traspasar (Carrascosa & Lacomba, 2020). Se matiza, además, como está ocurriendo en España, donde estos movimientos se han visto criminalizados y difamados ante la sociedad desde diferentes medios de comunicación y distintos grupos políticos en el que han promovido y enviado mensajes racistas y xenófobos hacia estos movimientos migratorios (Díaz, 2018).…”