La corrupción extendida es un síntoma de que el Estado está funcionando mal. Los Estados inefectivos pueden retrasar y dirigir erróneamente el desarrollo económico. La ayuda internacional y las organizaciones prestatarias han comenzado a centrarse en el control de la corrupción como parte de un replanteamiento general de su papel en el mundo posterior a la guerra fría. La creación de estructuras institucionales favorables al desarrollo económico es una creciente prioridad.La corrupción acontece por todo el mundo, pero resulta especialmente preocupante en el caso de los países pobres. Aquellos que pagan y aquellos que reciben sobornos pueden llegar a expropiar la limitada riqueza de un país, dejando muy poco para los ciudadanos más pobres. Con la corrupción sistémica, incluso los países que tienen una importante cantidad de recursos naturales pueden no lograr desarrollarse en una forma que permita la obtención de beneficios por parte de los ciudadanos normales. Los países pobres y altamente corruptos se enfrentan a especiales retos incluso cuando están controlados por dirigentes políticos con reformas en mente. La reforma de las instituciones públicas y de las políticas gubernamentales era necesaria, pero la pobreza de un país limita las opciones disponibles.Dado que la corrupción se equipara normalmente al mal, a menudo su sola existencia es causa de preocupación. Sin embargo, un economista puede llegar a tal conclusión, sólo tras entender el impacto de la corrupción en la eficiencia y en la equidad del sistema económico. Si su impacto es benigno, en ese caso los economistas estarán a favor de una reforma legislativa, dado que existen costes, tanto psicológicos como financieros, derivados de etiquetar como ilegal una práctica que de hecho es funcional. Por tanto, comienzo este trabajo con una visión general de los costes y las causas de la corrupción, tal y como se han manifestado en las pruebas empíricas y en la literatura teórica. Paso después a considerar la diferencia entre la corrupción que se concentra arriba y la corrupción descentralizada que involucra a muchos pagadores y receptores. Con este escenario de fondo, me centro en las opciones políticas existentes para los países en desarrollo cuyos líderes están comprometidos con la reforma y se preguntan qué papel jugará el Banco Mundial en la ayuda a estos esfuerzos.
Costes y causas de la corrupciónTodos los Estados, tanto los Estados benevolentes como los represivos, controlan la distribución de beneficios valiosos y la imposiciones de costes onerosos. La distribución de dichos beneficios y sus costes se encuentra normalmente bajo el control de los agentes en cuyas manos está el poder discrecional. Los individuos privados y las compañías que quieren obtener un trato favorable pueden estar dispuestos a pagar a dichos agentes. Pero ¿qué hay de malo en pagar por aquello que quieres? Esa es, al fin y al cabo, la base del sistema de mercado. El problema surge del hecho de que el receptor del pago es un agente. El agente es responsable frente a un director, cuy...