“…El linfocele es una complicación que se llega a presentar con una frecuencia de hasta 50%; sin embargo, únicamente de 0.6 a 14.6% de los casos requieren tratamiento con una media de 5.88%, 1,2 la mayoría de las veces su origen proviene del receptor, aunque existen algunos factores de riesgo quirúrgicos y no quirúrgicos que están asociados a su aparición como son presencia de únicamente una arteria disección cruenta de las arterias iliacas, procuración laparoscópica de donante vivo, episodio de rechazo agudo, diabetes, obesidad, función retardada del injerto, y uso de fármacos inhibidores de mTor como sirolimus, entra otras. [3][4][5] Rev Mex Traspl. 2023; 12 (2): 110-111 www.medigraphic.com/trasplantes www.medigraphic.org.mx El diagnóstico de linfocele se basó generalmente en imágenes de ultrasonido.…”