El presente artículo tiene lugar a partir de un estudio de caso autoetnográfico basado en experiencia de acoso laboral de la autora en una universidad española. El objetivo central del trabajo es examinar, desde un abordaje de ética aplicada, la compleja trama de poder en la que emergen y se desarrollan prácticas de violencia y acoso laboral en instituciones académicas y universitarias. Frente a los dispositivos que facilitan la perpetuación de estas prácticas de violencia y exclusión, así como su naturalización, el artículo propone revisitarlas a la luz de los criterios de las éticas organizacionales y los liderazgos morales, para enriquecer las herramientas ya existentes en distintas universidades para detectar acoso y promover éticas colectivas. El artículo argumenta la necesidad de potenciar las estrategias multimodales contra el acoso laboral en la academia, para que realmente sean efectivas y no parte de protocolos meramente formales. Finalmente, se propone apelar a una profunda crítica desde la ética filosófica en torno a los discursos y prácticas de acoso laboral académico y universitario, para erradicar las violencias no sólo en estas instituciones sino en cualquier ámbito de la vida social.