ResumenLa relación existente entre trombosis y cáncer es ampliamente conocida. Sin embargo, este vínculo es frecuentemente subestimado en las neoplasias hematológicas, hecho que debe mantener alerta al médico clínico. La trombosis venosa profunda puede constituir la manifestación inicial de una leucemia aguda o precederla en el diagnóstico. La búsqueda minuciosa de esplenomegalia y linfadenopatías en el examen clínico, así como una mirada atenta al recuento completo de células sanguíneas (hemograma completo) son esenciales para no omitir el diagnóstico, con implicancias pronósticas y terapéuticas directas. Se presenta el caso clínico de una paciente con trombosis venosa profunda en el miembro inferior izquierdo como debut de una leucemia aguda.
IntroducciónLa enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) constituye una patología frecuente en los servicios de emergencia y medicina interna, que genera alta morbimortalidad y costos en salud. La trombosis venosa profunda (TVP) y el tromboembolismo pulmonar representan sus formas clásicas de presentación clínica. Desde el punto de vista etiológico, la ETEV puede asociarse a diversas condiciones predisponentes, entre ellas el cáncer (1) . La relación entre trombosis y cáncer se tiene muy presente en el caso de los tumores sólidos. Por el contrario, en las neoplasias hematológicas este vínculo es frecuentemente subestimado y queda a la sombra de las complicaciones hemorrágicas, hecho que debe mantener alerta al médico clínico (2) . En diversos estudios se ha establecido que los pacientes con linfoma, mieloma múltiple y leucemia aguda tienen un riesgo trombótico aumentado, particularmente en el momento del diagnóstico y durante la etapa de quimioterapia (3) . A continuación se reporta el caso clínico de una paciente con TVP en el miembro inferior izquierdo como debut de una leucemia aguda, en el cual el recuento completo de células sanguíneas (o hemograma completo) constituyó la brújula en el camino diagnóstico.
Caso clínicoSe presenta el caso de una paciente de sexo femenino de 38 años de edad, con antecedentes personales de obesidad e hipertensión arterial en tratamiento con telmisartán, sin trombofilia previa conocida. En su historia gineco-obstétrica, la paciente presentaba el antecedente de seis embarazos, cuatro partos vaginales, una cesárea, un aborto espontáneo, un óbito fetal, y negaba el uso de anticonceptivos orales. No presentaba historia familiar de trombofilia ni de enfermedad oncológica.
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