“…Por otro lado, al analizar en profundidad los resultados y los parámetros de sueño abordados en los distintos estudios, si bien la duración del sueño se relacionaría con la conducta agresiva en algunos de los estudios seleccionados (Randler y Vollmer, 2013;Bègue et al, 2022;Osgood et al, 2021), en otros, esta asociación no fue significativa (Freitag et., 2017) o fue menor que la asociación encontrada con otra variable del sueño evaluada, como la mala calidad del mismo (Keller et al, 2019). En contraste, todos los estudios que midieron la calidad del sueño asociada a la agresión encontraron resultados significativos (Keller et al, 2019;Freitag et al, 2017;Kirwan et al, 2019).…”