“…La arquitectura empresarial crea pautas para la toma de decisiones (Norbib et al, 2022), debido a que es la lógica de organización (Kamoun, 2013;Ross et al, 2014) de los procesos de negocio e infraestructura de tecnologías de la información (Lankhorst, 2009a;Aier y Schelp, 2010;Bernard, 2012;Cabrera et al, 2016;Abunadi, 2019;Niemi y Pekkola, 2019;Sukur, 2020;Effendi et al, 2021;Parikh, 2022), que apoya la implementación exitosa de la estrategia (Kar y Thakurta, 2018;Hylving y Bygstad, 2018;Erdenebold et al, 2019). La arquitectura empresarial considera el uso eficiente que se da a la tecnología (Sari et al, 2019;Caruso, 2019;) en los procesos comerciales (Sultanow et al, 2016). Es también capaz de aportar flexibilidad (Laschitza y Undén, 2017), interoperabilidad (Pasaribu et al, 2019), eficiencia, sostenibilidad (Aier y Schelp, 2010) y manejo de la complejidad (Caruso, 2019).…”