Se ha sostenido a menudo que la preocupación fundamental de Utopía, de Tomás Moro habría sido más bien la de establecer y justificar teóricamente un modelo ideal de sociedad y no tanto la de determinar las mediaciones prácticas requeridas para su instauración en el mundo real. Aun si admitiéramos esta extendida interpretación, considero que es posible reconocer en el texto indicios suficientes que sugieren dos vías diferentes y hasta contrapuestas según las cuales podría tener lugar la construcción política de Utopía. La primera y, en rigor, la única que la obra estaría intentando proponer es individual, elitista, coactiva y descendente. La segunda, que, por su parte, parece estar siendo presentada allí más bien con la intención de evitar que llegue a realizarse, es, pues, por el contrario, colectiva, popular, insurreccional y ascendente. En el presente trabajo se intenta, en primer lugar, mostrar de qué manera y a través de qué argumentos son expuestos estos dos modelos de acción, reparando, además, en las importantes dificultades entrañadas en el modelo que se pretende proponer. Luego se desarrollan, pues, dos realizaciones históricas inmediatamente posteriores a la publicación de Utopía que los ilustran. Y finalmente se busca establecer qué relación mantienen dichas vías entre sí según el planteamiento de la obra y, asimismo, sugerir qué otra relación podrían mantener si se ensayara un punto de vista diferente.