La blefaroqueratoconjuntivitis (BKC) es una inflamación crónica de los párpados que afecta a la superficie ocular. En niños, su diagnóstico y tratamiento suelen retrasarse, lo que puede causar complicaciones graves como neovascularización corneal y pérdida de visión. La falta de reconocimiento temprano conduce a derivaciones tardías y subestimación de la necesidad de atención especializada. Paciente de sexo femenino de 11 años, asintomática, que consultó por control refractivo, su agudeza visual mejor corregida fue de 0,3/0,7 en escala Snellen, con una refracción de +3,75 = -4,4 a 170° en ojo derecho (OD) y +1,0 = -5,25 a 5°. Presentaba blefaritis anterior y posterior bilateral, neovasos corneales con infiltrados lipídicos mayor a OD con compromiso de eje visual. Se realizó tratamiento basado en aseo palpebral, corticosteroides y antibióticos tópicos, manejo de rosácea ocular con azitromicina tópica al 1,47% y colonización por Demodex con ivermectina oral. La BKC es una enfermedad oftalmológica subdiagnosticada y subtratada en niños, lo que a menudo conduce a complicaciones severas, como neovascularización corneal. Los niños son especialmente vulnerables a estas complicaciones debido a su impacto en el desarrollo visual normal y el riesgo de ambliopía. El manejo de la BKC se basa en mejorar la función de las glándulas de Meibomio, controlar la colonización bacteriana y de Demodex, reducir la inflamación y usar inmunosupresores cuando sea necesario. Se requiere un enfoque escalonado y prolongado en el tratamiento, con monitoreo frecuente de la presión intraocular.