El sector turístico español se ha visto afectado gravemente por los impactos de la pandemia de la COVID-19. Sus repercusiones se han producido de manera diferencial por regiones, por tipologías de la actividad y también por sexo. Así, el trabajo ahonda en los impactos, tanto territoriales como de género, ocurridos en el empleo turístico como consecuencia de la primera ola de la pandemia. Se ha empleado una metodología cuantitativa, confeccionando una base de datos con indicadores estructurales y coyunturales a escala provincial y municipal, parte de estos desagregados por sexo. Con ellos se ha elaborado cartografía temática y se han efectuado análisis de componentes principales complementados con análisis de autocorrelación espacial (Índice de Moran). El estudio revela, entre los resultados significativos, que aquellos territorios muy especializados (ej. turismo de sol y playa), fueron muy vulnerables a la crisis, en relación con la caída de la demanda internacional. Los ámbitos rurales y los de montaña se han mostrado más resilientes, debido a las preferencias del turismo nacional. El empleo femenino también experimentó un decrecimiento importante y tuvo un comportamiento similar al conjunto de la actividad, tanto desde un punto de vista sectorial como en relación con las variaciones territoriales.