“…Las manifestaciones clínicas de la infección adquirida dependen del estado inmunológico del paciente, siendo los principales signos y síntomas la fiebre, la fatiga, la cefalea, las mialgias y las adenopatías, a nivel cervical u occipital, las cuales también pueden presentarse de forma aislada sin otros síntomas acompañantes. No es usual el compromiso de las glándulas salivares (2)(3)(4). Dado que el diagnóstico clínico es difícil por la variedad de síntomas, se requieren estudios especializados, como la serología, la cual es rápida y, por lo general, muy específica (5,6).…”