“…En los últimos años el diseño y empleo de rúbricas se ha generalizado en el ámbito educativo de la enseñanza superior ya que las rúbricas permiten al agente evaluador indicar el nivel de detalle del logro de la competencia evaluada, considerando unos criterios previamente definidos (Hernández-Leo et al, 2013). Su uso está asociado a un instrumento útil y clarificador en el proceso de evaluación (Allen y Knight, 2009;Cebrián, Martínez, Gallego y Raposo, 2011;Stevens y Levi, 2005), que es bien valorado por los alumnos (Serrano, Hernández, Pérez y Biel, 2013) y que ayuda a reducir el estrés de éstos al conocer de forma objetiva qué resultados de aprendizaje deben alcanzar (Tellado, Martínez, Raposo y Doval, 2012;Martínez, Amarante, Cadenato y Rodríguez, 2013). Asimismo, gracias a las rúbricas, los alumnos son conocedores de los indicadores que deben trabajar de manera explícita desde el inicio de la actividad (Cebrián et al, 2011;Khaja, Chang, Adamek y Johnsen, 2012).…”