En nuestro país, la enfermedad meningocóccica presenta una baja endemia y alta letalidad, con existencia de brotes epidémicos, algunos de ellos de carácter histórico, como el acaecido durante la primera mitad del siglo pasado. La acción de un grupo de médicos, pioneros en los aspectos clínicos, de investigación y docencia, junto al personal de salud que constituía su equipo, inmersos en una política pública sanitaria exitosa, permitieron consolidar el cuidado necesario del niño enfermo de esta grave patología, como también de muchas otras, posibilitando así el desarrollo de una propuesta estructurada y científica a la luz del conocimiento disponible en aquella época. Por ello, luego de 80 años, es importante revisar los diversos aspectos clínicos, fisiopatológicos y terapéuticos, además del contexto hospitalario y social de esta exitosa historia del sistema de salud público chileno.