“…La prevalencia de riesgo de trastornos alimentarios en estudiantes oscila entre el 21,2% (Doumit et al, 2017) y el 19,5% (Martínez-González et al, 2014) como valores más altos y el 3,2% (Morales et al, 2015) y 2,1% (Chang et al, 2015) como niveles más bajos. La ansiedad patológica y la depresión se relacionan altamente con problemas de alimentación (Chang et al, 2015;Leung y Ma, 2014;Sevinçer, et al, 2016) llegándose a considerar, en algunos casos, la sintomatología ansiosa como un predictor del riesgo a sufrir trastornos alimentarios (Doumit et al, 2017;Emond et al, 2016;Leung y Ma, 2014;O'Brien, et al, 2016).…”