“…Se han llevado a cabo más de 3.000 estudios vinculados al TDAH (Barkley, 2009) y se ha comprobado que este trastorno tiene características crónicas (Miranda & Soriano, 2000), que es propio de la infancia y la adolescencia, pero los síntomas y el impacto funcional del mismo no siempre desaparecen en la adultez y pueden persistir en el 50% de los casos (Aragonès et al, 2010;Faraone, 2005;Ramos-Quiroga et al, 2013;Roizblatt, Bustamante, & Bacigalupo, 2003). Con una prevalencia en la población adulta entre 4 y 5% (Adler, Solanto, Escobar, Lipsius, & Upadhyaya, 2016;Ramos-Quiroga et al, 2013;Roizblatt et al, 2003) situándose como uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes, por encima de la esquizofrenia o el trastorno bipolar. En Chile, Roizblatt et al, (2003) estiman que el TDAH puede persistir en la edad adulta desde en una prevalencia estimada del 3 al 6% en la población general.…”