Las hernias inguinales son causa común de dolor inguinal y de consulta al servicio de emergencias. Su reparación es uno de los procedimientos quirúrgicos más realizados. Se clasifican según su característica anatómica en indirectas o directas. Además, tras la anamnesis y exploración física, se pueden catalogar según la escala de Nyhus. Su etiopatogenia se ha descrito multifactorial, ya que se presenta por alteraciones en genes y fibras de colágeno, músculo liso, persistencia de proceso vaginalis, síndromes genéticos y factores ambientales. El diagnóstico es fundamentalmente clínico, aunque si no está claro, el estudio de primera línea es el US. Si persiste la duda, se apoya con imágenes de TAC o resonancia magnética. Debido a la menor incidencia de complicaciones documentada por vía laparoscópica, esta es la vía de elección cuando hay sintomatología. A pesar de esto, la técnica abierta de Lichtenstein continúa siendo utilizada en diversos centros. En pacientes asintomáticos se debe establecer, idealmente, una adecuada relación médico-paciente para ofrecer con detalle riesgo/beneficio y llegar a una decisión conjunta.