El traumatismo en general, corresponde a la tercera causa muerte en pacientes jóvenes y adultos menores de 40 años. El trauma torácico (TT), es considerado responsable de 20-35% de estos fallecimientos.
La mayoría de las lesiones traumáticas a nivel del tórax son provocadas por colisiones automovilísticas, seguida por las heridas penetrantes. Clínicamente el TT, se clasifica en lesiones contusas o cerradas y penetrantes o abiertas.
Dentro de las múltiples lesiones, se encuentran las fracturas de costales, fracturas de clavícula, esternón, escápula, tórax inestable, contusiones cardiopulmonares, neumotórax, hemotórax, lesiones vasculares, daño a órganos digestivos superiores, entre otras.
El abordaje inicial, debe basarse estrictamente en los lineamientos de atención de pacientes poli traumatizados. Su tratamiento definitivo se dirige a restaurar el funcionamiento fisiológico de la cavidad torácica; menos del 10% de los traumatismos
cerrados y sólo 15-30% de los penetrantes, requerirán procedimientos quirúrgicos avanzados.