Introducción: Los quistes epidermoides intradiploicos representan el 25% de los tumores epidermoides intracraneales y menos del 0,25% de todos los tumores intracraneales primarios. El hueso frontal y el parietal son las localizaciones más comunes. La extensión intradural es muy infrecuente, representando solamente el 3% del total de ellos.
Caso clínico: Paciente femenina de 64 años con antecedente de TEC frontal a los 11 años de edad consulta por una tumoración subcutánea de 5 x 4 cm a nivel frontal izquierda de evolución prolongada. TC de encéfalo mostró una lesión lítica de calota asociada a compromiso subgaleal, invasión intradural y extensión intraparenquimatosa. Se decidió la conducta quirúrgica con exéresis de la misma junto con su pseudocápsula. El informe anatomopatológico reveló quiste epidermoide.
Discusión: Los quistes epidermoides pueden ser congénitos o adquiridos. Al igual que nuestro caso, los adquiridos suelen causarse por la inclusión traumática del epitelio superficial. Suelen presentarse como una tumefacción subcutánea y permanecer asintomáticos hasta incluso décadas. La inusual extensión intradural puede generar síntomas tales como convulsiones y déficits neurológicos. El tratamiento suele ser la exéresis completa junto con su capsula para así lograr un pronóstico favorable y la prevención de complicaciones.
Conclusión: Los quistes epidermoides intradiploicos son lesiones benignas y de crecimiento lento, pudiendo alcanzar tamaños considerables y ocasionalmente extenderse intracranealmente. El diagnóstico suele sospecharse radiológicamente y es confirmado mediante el estudio anatomopatológico. Deben incluirse dentro del algoritmo diagnóstico en pacientes que presentan lesiones únicas de calota con osteólisis e invasión intradural. En casos de extensión intradural, se insiste en su extirpación total con el fin prevenir la recurrencia y su potencial malignización.