Los productos farmacéuticos (PFs) constituyen un grupo importante de los contaminantes emergentes (CE), debido a su potencial para inducir efectos fisiológicos adversos a bajas concentraciones en humanos y animales. Muchos estudios alrededor del mundo han reportado la presencia de un sin número de estos compuestos en diferentes medios acuáticos, lo que genera preocupación por los posibles efectos negativos que se producen en el agua, en la salud humana y la vida silvestre. En este contexto, este artículo tiene por objetivo presentar una revisión de los aspectos más relevantes sobre la presencia de PFs en el agua en un ámbito global desde el año 2010 hasta el 2019. El mayor número de estudios reportan presencia de contaminantes emergentes incluyendo fármacos de diferentes tipos en aguas superficiales, aguas subterráneas, aguas residuales y agua potable. Las principales fuentes de ingreso de fármacos en los sistemas acuáticos provienen de las aguas residuales que recogen aguas domésticas, efluentes hospitalarios y efluentes de fábricas sin tratamiento o inadecuadamente tratadas antes de ser liberadas a ríos y mares. La presencia de PFs en el ambiente acuático preocupa por su persistencia, la bioacumulación, la toxicidad y la generación de resistencia a antibióticos de muchos microorganismos, entre otras consecuencias aún no estudiadas en el ambiente.