Este estudio examina la relación entre la inteligencia emocional y el rendimiento académico en estudiantes de educación básica, un tema que ha ganado relevancia en los últimos años debido al reconocimiento del papel crucial que juegan las habilidades emocionales en el éxito académico. La inteligencia emocional se define como la capacidad de identificar, comprender y gestionar las propias emociones, así como de reconocer las emociones en los demás. Estas habilidades pueden influir significativamente en el rendimiento académico, ya que permiten a los estudiantes gestionar el estrés, mantenerse motivados y colaborar de manera efectiva con sus compañeros. A través de una revisión bibliográfica de estudios recientes, se analiza cómo las diferentes dimensiones de la inteligencia emocional, como la autoconciencia, la regulación emocional y la empatía, impactan en el desempeño académico. Se revisaron investigaciones publicadas entre 2020 y 2024 que ofrecen evidencia empírica sobre esta relación en estudiantes de educación básica. Los resultados obtenidos indican que los estudiantes con mayores niveles de inteligencia emocional no solo logran mejores calificaciones, sino que también presentan un mayor compromiso con el aprendizaje y una mejor adaptación a las demandas escolares. Estos hallazgos subrayan la necesidad de integrar programas de educación emocional en el currículo escolar, no solo para mejorar el rendimiento académico, sino también para promover el bienestar integral de los estudiantes. La inteligencia emocional es un factor clave en el desarrollo académico de los niños y adolescentes, y propone futuras líneas de investigación para profundizar en la implementación efectiva de estrategias emocionales en el ámbito educativo.