“…Así, por ejemplo, el canon de lecturas se asimila a la lista de ventas, tal como enseña el éxito contagioso de la "cultura fan". De ese modo, las franquicias, los "taquillazos", los lanzamientos de sagas (Martos, 2006), las series o los superhéroes, entre otros fenómenos, crean modelos de prestigio para consumo cultural, y así se convierten en "nudos gordianos" que el formador o el animador de calle no sabe cómo "conjurar" para conciliar una cultura inclusiva y una cultura de "calidad" en la que se desarrolle el juicio crítico. De hecho, el entusiasmo de los fans es un valor positivo que tiene el contrapeso negativo de que sus adhesiones forman parte de un engranaje de mercadotecnia y nublan cualquier posibilidad de interpretación o distanciamiento frente a ese universo ficcional.…”