Antecedentes: La corrección de la visión con láser para los errores de refracción incluye dos procedimientos principales: queratomileusis in situ con láser (LASIK) y tratamiento de superficies. La queratectomía fotorrefractiva (PRK) fue el primer tratamiento de superficie introducido desde finales de la década de 1980. En este procedimiento de fotoablación, el haz ultravioleta generado por un láser excimer de fluoruro de argón de 193 nm se irradia al estroma corneal, después de la extirpación epitelial, para remodelar el estroma corneal anterior para corregir la ametropía.
Objetivo: Comparar la técnica LASIK VS la PRK, respecto de la cirugía refractiva (CR) láser corneal.
Metodología: Se realizo una revisión bibliográfica tipo narrativa, efectuando búsquedas en diferentes bases científica de datos como SpringerLink, PubMed, Dialnet, Scopus, Sciencedirect, Scielo, Medline. Para las palabras clave o términos de búsqueda, fueron términos los Descriptores en Ciencias de Salud (DeCS)/(MeSH), y, además del empleó de operadores Booleanos como “AND” y “OR”. Tras el criterio de elegibilidad, 15 artículos se analizaron y se incluyeron en el análisis de esta revisión.
Resultados: De los 15 artículos empleados, y en base a los objetivos, se obtiene como resultado que, tanto LASIK como PRK, son procedimientos seguros y eficaces, por la pronta recuperación visual, buenos resultados refractivos, y postoperatorio con mínima incomodidad. La aplicación mitomicina C ayuda a reducir el riesgo de neblina corneal, de manera similar entre las dos técnicas. En cuanto a complicaciones, se halló ectasia corneal, estrías, pliegues, dislocación del flap, depósitos en la interfase, infección, queratitis lamelar difusa, entre otras.
Conclusiones: La cirugía laser (CR) es un procedimiento seguro y eficaz, en cualquiera de las técnicas aplicadas. Lo que ha ayudado a mejorar los resultados de estas técnicas, es la aplicación de la MMC que, tanto en LASIK y PRK, ayudan a una mejor previsibilidad y reduce significativamente la neblina corneal, como la complicación más común; en cuanto a ello, la ectasia corneal, el ojo seco y las queratitis, que, aunque son poco comunes, el conocimiento profundo de las complicaciones puede ayudar a reducir su aparición, y la identificación temprana con el tratamiento adecuado a tiempo puede salvar estos ojos de la pérdida de visión.