A partir de una investigación sobre la construcción social del misoprostol como droga abortiva, este artículo se propone reflexionar sobre el uso de metodologías de investigación multimodales con el fin de estudiar un objeto de estudio durante medio siglo en diferentes latitudes y dar cuenta de las potencialidades y limitaciones de cada una de aquellas. En este sentido, se problematizará la construcción de un archivo de fuentes históricas a partir de revistas de investigación en el campo de la gastroenterología, por un lado, y la ginecobstetricia, por el otro. A su vez, se propondrá una discusión que abarcará también una serie de publicaciones y materiales analizados como fuentes secundarias. Por último, para la revisión de las experiencias de quienes habían usado o recomendado el misoprostol, se reflexionará sobre la realización de entrevistas a profesionales de la salud, personas que utilizaron misoprostol para abortar, quienes las acompañaron en dicho proceso y militantes feministas. Se concluye sobre las potencialidades de la complementariedad de técnicas de análisis en relación con caso específico analizado.