¿Puede traducirse al español una obra de teatro como la obra de George Bernard Shaw, Pygmalion, que trata sobre el idioma inglés y su relación con la clase social? ¿Puede traducirse el cockney? ¿Puede traducirse la oralidad cuando es performativa sin adaptar el contexto de la obra? Mediante el análisis de los problemas traductológicos de Pygmalion, especialmente aquellos derivados de la traducción de la oralidad y la performatividad de la obra (es decir, del cockney y de las desviaciones del uso hegemónico de la lengua), se pretende demostrar que, en teatro, la frontera entre traducción y adaptación no está tan clara como a priori pudiera parecer. El objetivo final es examinar las posibilidades de añadir acotaciones y otras didascalias como estrategia de traducción teatral, a medio camino entre la amplificación, la compensación, la adaptación y la nota del traductor.