La epidemia de COVID-19 fue declarada por la OMS una emergencia de salud pública de preocupación internacional, el 30 de enero de 2020. La caracterización de pandemia significó que la epidemia se había extendido por varios países, continentes o todo el mundo, y que afectaba a un gran número de personas (Organización Panamericana de la Salud, 2020). Ciertamente, la humanidad no estaba preparada para esta emergencia dada la falta de tratamientos para combatir el brote epidémico. La aplicación de la cuarentena domiciliaria, como medida de salud pública, para controlar la transmisión del SARS-CoV-2 trajo consigo un impacto económico que afectó a hogares y empresas. Entre las afectaciones principales que mostraron las compañías en el año 2020 se encontró la disminución de los ingresos, baja de demanda y escases de insumos y/o productos (Nacional Financiera, 2021). Las micro, pequeña y mediana empresa (Mipymes) de Navojoa Sonora no fueron la excepción y se vieron afectadas al igual que millones en el mundo. Se encontró que el 63% de las empresas encuestadas mantuvieron operaciones, el 26% estuvieron laborando a puerta cerrada y 7% de las empresas encuestadas ordenaron el cierre total de operaciones. Se encontró que el 77% experimentó una baja en sus ingresos en un promedio del 20% al 30%, un 61% mencionó sufrir escasez de mercancías por parte de sus proveedores. Las empresas mencionan varias estrategias de sobrevivencia para enfrentar la crisis provocada por la pandemia, destacando la venta por internet y trabajo remoto. Por su parte, el 81% de las compañías menciona no haber tenido información sobre ningún tipo de apoyo del gobierno. Asimismo, de las empresas que si se enteraron sobre el programa de gobierno el 70% mencionó que era insuficiente. Finalmente, las empresas recomiendan estar a la vanguardia sobre este tipo de situaciones y buscar la manera de no interrumpir la actividad económica de las sociedades