Una mirada hacia el futuro: nuevas direcciones en la arqueología de los Andes nororientales

Abstract

IntroducciónSi bien en la introducción revisamos el desarrollo de los estudios regionales y las rutas por las cuales llegamos al momento en que nos encontramos, en este capítulo contextualizamos los artículos anteriores entre las tendencias actuales y consideramos las direcciones futuras que la arqueología regional promete seguir. Discutimos las cuestiones más urgentes que quedan por resolver, las bases de datos que hoy en día faltan para llegar a estas metas y concluimos con una mirada al rumbo que podría seguir la arqueología en Chachapoyas en el futuro.En la introducción dirigimos nuestra atención a un tema principal que queda por resolverno por falta de datos, sino por la falta de diálogo entre los investigadores que ha caracterizado los estudios regionales en el pasado-. Este tema es la identificación de ¿qué fue Chachapoyas?, el cual impulsó la organización del simposio que dio origen a este volumen. Aunque parece una cuestión simplista, tal vez anticuada, a la luz de los nuevos datos, consideramos el acto mismo de plantearla, algo imprescindible para el avance de los estudios regionales. Si bien en las secciones subsiguientes consideramos las cuestiones que se resolverán mediante la recolección de datos, el tema que discutimos en esta primera parte solo se resolverá mediante una reconsideración de los marcos interpretativos en que se fundamentan las investigaciones. ¿Qué fue «Chachapoyas»?En el capítulo de introducción, trazamos los senderos históricos e historiográficos por los cuales se desarrolló el uso contemporáneo del término «Chachapoyas». En resumen, planteamos la idea de que antes de la conquista inkaica nunca existió ningún tipo de unidad integrada -de carácter político, étnico, ni cultural-, que fuera coextensiva con la región que los estudiosos ahora denominan «Chachapoyas». Ahora, mirando al futuro de los estudios regionales, quisiéramos esbozar las implicancias de esta conclusión para la interpretación arqueológica. En otras palabras, ¿cómo se debe entender las relaciones sociales y culturales que los habitantes de esta región mantenían entre sí y con los habitantes de otras regiones? Y, ¿si descartamos la idea de «los chachapoya», ¿cuáles serían los marcos interpretativos que puedan orientar los estudios de los Andes nororientales prehispánicos?

2,100 years of human adaptation to climate change in the High Andes

“…hen and how much humans altered humid Andean montane forests is debated. It was long argued that these systems were virtually uninhabitable [1][2][3] , but recent archaeological [4][5][6] and palaeoecological 7,8 data show long-term occupation of some settings but not others 9 . Recently, it has been suggested that the Andean forests of today may have been treeless fields at the time of the European conquest 8,10 .…”

Assessing Conservation Conditions at La Fortaleza de Kuelap, Peru, Based on Integrated Close-Range Remote Sensing and Near-Surface Geophysics

“…Paleoecological evidence from lake sediment samples indicates human occupation in and adjacent to Chachapoyas prior to 4000 BCE and maize cultivation by 2200 BCE [17], while more direct radiocarbon evidence from the pre-Hispanic site of Lamud Urco attests to human occupation by 1500 BCE [18]. Archaeologists have recovered numerous 14 C dates pointing to widespread occupation after 1 CE [19,20], but the few systematic multiregional surveys may show sampling bias.…”

Assessing Conservation Conditions at La Fortaleza De Kuelap, Peru Based on Integrated Close-Range Remote Sensing and Near-Surface Geophysics

“…Despite a lack of sociopolitical unification, local societies are referred to as "Chachapoya" (the 's' is dropped when referring to social groups, in order to de-Hispanicize the term). In any case, "Chachapoyas" is an eponym conveniently used to characterize societies deemed similar for the purposes of reference and/or imperial administration [8][9][10]. Unfortunately, we have little reliable ethnographic or ethnohistorical information to aid understanding of these groups, who experienced a rapid and nearly complete demographic collapse after their conquest [11,12], caused by European diseases, conscription by Inkas and Spaniards to fight wars, internecine violence, forced labor to bear cargo for El Dorado expeditions, and abuse by Spaniards who expected a continuing stream of tribute income despite shrinking numbers of Indigenous tributaries.…”

“…Evidence that the Utcubamba valley was deforested and cultivated on terraced slopes has been gathered and analyzed by Plekhov [20] and colleagues, but the extent of such landscape transformation remains unknown. A longitudinal analysis based upon ground-level fieldwork with subsurface sampling of walled and unwalled terraces allowed an estimate of terrace construction and use beginning by AD 1, which coincides with a proliferation of Early Intermediate Period occupations throughout the region [9,21]. Records of climate and environmental change analyzed by climatologists and paleoecologists provide indications of substantial regional climate change over time.…”