El presente artículo pretende analizar bajo qué condiciones la justicia restaurativa, a través de su mecanismo más usado -la mediación penal-, es una opción válida para mitigar y prevenir las consecuencias de los delitos de violencia de género y pareja en Chile, mejorando la seguridad futura de las víctimas, para lo que se ha usado una metodología cualitativa, exploratoria-descriptiva, que permite identificar los factores que posibilitan u obstaculizan la incorporación de mecanismos restaurativos en el tratamiento de estos delitos, dentro del sistema penal acusatorio y de corte continental chileno, concluyendo que, conforme a la oferta que realiza dicho sistema de orientación punitiva y a los resultados obtenidos respecto a dichos delitos, no se ha logrado obtener los fines preventivos esperados y tampoco se han brindado soluciones reparadoras conforme a las expectativas de las víctimas. Por el contrario, se evidencia un aumento sostenido del índice de delitos de amenazas, lesiones y femicidios, por lo cual parece necesario ofrecer un abordaje integral y sistémico, que prevenga la escalada de violencia y considere los aspectos íntimos y relacionales entre hombres y mujeres. Así, los mecanismos restaurativos, como la mediación penal, emergen como una opción intra-judicial y sustitutiva al proceso penal, sirviendo como complemento y alternativa plausible de reparación.