ResumenLos síndromes de compresión vascular constituyen un grupo de patologías poco frecuentes con prevalencia incierta, no solo por el desconocimiento que se tiene de estos, sino también por su presentación clínica inespecífica. Eso conlleva a que sean infradiagnosticados o detectados en etapas tardías, con secuelas a largo plazo.Su fisiopatología y clínica dependen del tipo de vaso comprometido, el sitio anatómico afectado y la causa subyacente que lo esté produciendo.La anamnesis, el examen físico dirigido y el uso de métodos complementarios como la ultrasonografía Doppler y la angiografía por tomografía computarizada (ATC) o angiografía por resonancia magnética (ARM), son herramientas vitales para su correcto diagnóstico, planificación terapéutica y seguimiento.