“…Esta concepción de aprendizaje ubica en el centro del proceso pedagógico a la interacción entre sujetos (profesor -estudiantes o estudiantes -estudiantes); por esta razón, esta actividad psicopedagógica es de gran trascendencia para la formación de profesionales en Ciencias de la Salud, por cuanto el docente a través de su dominio epistemológico y psicológico de las ciencias desarrolla habilidades cognitivas, afectivas y técnico científicas en sus estudiantes a partir del estudio de casos clínicos, el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje basado en proyectos y la discusión confrontación sistemática para establecer el proceso más adecuado de prevención, promoción, diagnóstico, atención, tratamiento y rehabilitación de pacientes, demostrando que el desarrollo de habilidades clínicas es producto de la interrelación entre actividad, comunicación y motivación con el proceso cognitivo y afectivo (28,29). Uno de los planteamientos relevantes de la propuesta de Vigotsky, es el referido a la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) que se define como la diferencia existente entre la capacidad individual de una persona por aprender o solventar un problema (nivel real de desarrollo) y la resolución de un problema bajo la guía del profesor o a través de la colaboración de otras personas más capaces (nivel de desarrollo potencial) (37,38). Consecuentemente, el aprendizaje se desarrolla a partir de dos niveles: el de sus capacidades reales y el de sus posibilidades para aprender con ayuda de los demás, especialmente cuando los futuros profesionales de la salud realizan experimentación, prácticas pre-profesionales, visitas hospitalarias y actividades de vinculación en compañía de docentes de elevada formación científica y estudiantes de niveles superiores.…”