La imaginación de mundos posibles ha experimentado un verdadero resurgimiento en la filosofía y las ciencias sociales de la última década. Sin embargo, ¿se trata realmente de una práctica de resistencia ejecutada por el pensamiento crítico, o estamos más bien frente a la estrategia por antonomasia con que el pensamiento tradicional ha colonizado el futuro y configurado nuestro presente? Para responder esta pregunta, el autor hace una breve reflexión histórica y filosófica, a fin de comprender las raíces de esta práctica especulativa. Entre otras conclusiones, considera que la imaginación de futuros posibles ha sido una de las herramientas fundamentales con que la racionalidad económica y geopolítica del siglo XX ha configurado silenciosamente nuestro presente.