PrólogoL a hipertermia maligna es una miopatía de ocurrencia infrecuente que ha sido catalogada como una enfermedad farmacogenética. Los portadores no aparentan tener una patología muscular pero la afección se gatillará frente a la exposición a anestésicos inhalatorios y relajantes musculares depolarizantes (Succinilcolina). Estos agentes desatarán una salida descontrolada de calcio desde el retículo sarcoplásmico en el músculo esquelético, lo que conducirá a un estado híper-metabólico que sin tratamiento será mortal. Los primeros casos de hipertermia maligna deben haber aparecido concomitantemente al uso de los agentes inhalatorios primigenios: Éter y cloroformo, a mediados del siglo XIX 1 . En esa épo-ca la muerte intraoperatoria no era infrecuente y la monitorización de la temperatura inexistente, lo que probablemente enmascaró los primeros casos de hipertermia maligna tras la fatídica consigna: "...No resistió la anestesia...".
HistoriaLos primeros reportes de muerte anestésica asociada a hipertermia datan de 1900 y fueron publicados en un mismo número del Journal of the American Association (JAMA) 2,3,4,5,6 . Puesto que estos casos ocurrieron durante el verano neoyorquino, se atribuyó su causa al calor reinante en los pabellones quirúrgicos. Sin embargo, uno de los autores de los reportes, Tuttle, chequeó la temperatura ambiental durante los días en que acaecieron las muertes, comprobando que no
Hipertermia maligna
ABSTRACTMalignant hyperthermia is a sword of Damocles hanging upon the anesthesiologists, even in the XXIst century. Eventhough Malignant Hyperthemia's known history does not go beyond 1960, many of its actors are forgotten or unknown for the new generations. The purpose of this article is to rescue the name of these characters and to honor their labor in a hostile enviroment when anesthesiology was a specialty still developing and the exchange of and access to information among the medical community were scarce and limited.
RESUMENLa hipertermia maligna es una espada de Damocles que aún cuelga sobre las cabezas de los anestesiólogos en el siglo XXI. La historia conocida de esta enfermedad no va más atrás que 1960, pese a lo cual muchos de los actores participantes en esta saga han pasado al olvido o son desconocidos para las nuevas generaciones. El propósito de esta narración es rescatar a esos personajes y resaltar su épico desempeño en una época en que el desarrollo de la anestesiología, la comunicación entre los médicos de diferentes países y sobre todo el acceso a la información, eran muy limitadas en relación a lo que vivimos hoy en día.