RESUMENFudamentos: La primoinfección por el virus varicela-zoster en el adulto adquiere una inusitada gravedad debido a complicaciones entre las que la neumonía es la más frecuente. Se estudian nueve pacientes diagnosticados de neumonía varicelosa.Pacientes y métodos: Se revisan retrospectivamente las peculiaridades clínico-terapéuticas y evolutivas de una serie de pacientes, tanto inmunocompetentes como inmunodeprimidos, diagnosticados en los últi-mos diez años en el Hospital de Sant Pau de Barcelona. El diagnóstico de varicela se estableció por la aparición del típico rash en el contexto de una enfermedad febril. Se valoran los antecedentes de tabaquismo, embarazo y la presencia de enfermedades de base; analizando especialmente la gasometría arterial y la cifra plaquetar al ingreso.Resultados: Se estudian 9 pacientes, 4 hombres y 5 mujeres, con una edad media de 38 años. El 78% eran fumadores de más de 20 cigarrillos/día, uno cumplía criterios de bronquitis crónica, otro tenía una espondilitis anquilopoyética y tres se conocían portadores del virus de la inmunodeficiencia humana. Ninguna de las pacientes estaba embarazada. Los síntomas respiratorios se iniciaron entre el tercer y el quinto día de aparición del exantema, siendo los más frecuentes tos (89%), disnea (67%) y expectoración hemoptoica (22%). La gasometría arterial evidenció hipoxemia en cuatro (45%). Asimismo se objetivó trombocitopenia al ingreso en seis (66%). La radiografía de tórax mostró un patrón intersticial de predominio bibasal en todos los casos observándose un caso de derrame subpulmonar derecho. Se instauró terapia con aciclovir intravenoso en seis pacientes, foscarnet en uno y tratamiento sintomático en dos. Todos los pacientes siguieron una correcta evolución clínica no precisando ninguno de ellos ser ingresados en la U.C.I.Conclusiones: Los pacientes adultos con neumonía varicelosa que presentan insuficiencia respiratoria, trombopenia o son portadores de enfermedades de base deben recibir precozmente aciclovir por vía intravenosa. No obstante, si bien la mejoría clínica, biológica y radiológica serían más precoces con dicho tratamiento, la evolución parece igualmente favorable si sólo se instaura, por ejemplo, terapia sintomática con antitérmicos y antihistamínicos.