“…Por lo general el tratamiento de los pacientes con LPH, se concentra en el proceso quirúrgico de cierre, pero también es importante el tiempo de moldear los tejidos blandos. El moldeado nasoalveolar (MNA), introducido en la década de los 90 es el paso inicial, que mejora los resultados en el cierre de la hendidura, ya que por el afán del cierre quirúrgico sin el debido moldeado, se generan resultados poco satisfactorios en la estética de los pacientes, con consecuencias hipoplasias maxilares, clase II esqueletal y mordida cruzada, así como problemas de fonación, respiración y postura (2,(9)(10)(11)(12)(13)(14)(15) . El moldeado de los tejidos blandos permite reposicionar los cartílagos nasales deformados y los procesos alveolares, alargar la columnela, ubicar el labio en una posición más correcta, facilitando su reparación quirúrgica, al corregir el desplazamiento del cartílago alar y por ende favorecer el buen resultado de los procedimientos quirúrgicos nasales e injertos óseos y mejorar la estética nasal (5,9,14,16,17) .…”