“…En el caso de los docentes, estas interacciones entre el ser humano y el medio ambiente tienden a ocurrir en las aulas, mientras se esfuerzan por lograr las metas propuestas y desarrollar relaciones con el alumnado, relaciones que, a menudo, son multifacéticas (Chang, 2020). En el contexto educativo actual, la relación entre la dimensión emocional y la cognitiva de las personas y los procesos educativos es de una gran riqueza en influencia (García-Vera, Rumayor, y Cuenca, 2020;Hernández-Barco et al, 2021). Así por ejemplo, las emociones influyen en el aprendizaje y el rendimiento del alumnado (Frenzel, Pekrun, y Goetz, 2007) al ayudar a dirigir la atención, un requisito previo para el aprendizaje (Phelps, 2006); también los aspectos emocionales que ocurren en clase ayudan a superar o interferir en aspectos relacionados con la memoria (Mora, 2016).…”