El artículo analiza el arte dramático: talleres, juego dramático, drama creativo, dramatización, improvisación y el teatro mismo, como terapia alternativa para contrarrestar problemáticas psicosociales en sujetos vulnerables y excluidos. Para llevar a cabo este propósito, se utilizó un diseño cualitativo, a través de una perspectiva de tipo documental, que se centró en las categorías arte dramático, y poblaciones vulnerables y excluidas. Se presentan los hallazgos de las relaciones sobre estos conceptos, luego de revisar y analizar las bases de datos Apa Psyc Net, Cambrige J, DOAJ, JSTOR, SCIELO, Science Direct, EBSCO, Wilson, Web of Science, entre otras fuentes. En esta perspectiva, a partir de un trabajo llevado a cabo en un horizonte crítico-interpretativo, se revisaron las producciones realizadas por investigadores usando los instrumentos de matriz bibliográfica y matriz analítica de contenido. Como resultado, se reconoció el arte dramático como herramienta para ayudar a población vulnerable y se identificaron diferentes metodologías y resultados de las investigaciones en las que se utilizó el arte dramático para disminuir las exclusiones. Se concluye que el arte dramático, a partir de la atención al lenguaje corporal, al pensamiento, a la obra teatral, a los cambios que el sujeto tiene en la representación de personajes, entre otros, acrecienta el ingenio y la comunicación, y posibilita un desarrollo estético y plástico. Este tipo de modificaciones aportan a mejorar el nivel biopsicosocial de la población vulnerable y excluida, a reconfigurar su personalidad e historias personales, desarrollar habilidades sociales, mejorar su comunicación, darles herramientas para resolver problemas, a gestionar sus emociones y a potenciar su autoestima; estas capacidades y desarrollos humanos, son sustanciales para contrarrestar las problemáticas psicosociales que acarrean su situación de fragilidad y marginación.