“…Esto lo refuerza De Andraca (2006), pues los programas de apoyo estudiantil a lo largo de América Latina tienen efectos positivos en la incorporación al sistema de estudiantes proclives a la deserción. De esta manera, la asignación de beneficios asistenciales es un elemento constituyente de oportunidades educativas, que permite, a estudiantes provenientes de estratos socioeconómicos menos favorecidos, permanecer en la educación superior sin tener que atender factores que para otros estratos más acomodados serían triviales, tal como dónde No está demás hacer notar que ni los beneficios asistenciales ni las variables socioeconómicas y demográficas significan un gran impacto en el rendimiento académico, lo que concuerda con lo encontrado por Anand et al (2009) y con una reciente investigación efectuada por Catalán y Santelices (2014), quienes basadas en el caso de la Pontificia Universidad Católica de Chile, concluyeron que los resultados académicos no se diferencian significativamente entre estudiantes de distinto nivel socioeconómico. Esta situación lleva a hipotetizar que las variables explicativas del rendimiento se relacionarían con factores personales (psicológicos y cognitivos), hecho que hace necesario estudiar la interrelación de factores que condicionan o explican el rendimiento académico (Garbanzo, 2007a;Leyton et al, 2012), invisible en este estudio.…”