Uso de ivermectina en ganado en pastoreo en Colombia: resistencia parasitaria e impacto en la comunidad de estiércol

Abstract

La ivermectina (IVM) ha sido el agente antiparasitario más utilizado en medicina veterinaria desde que llegó al mercado en 1981. En su evaluación de riesgos, la Administración Americana de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration) determinó que, aunque es muy tóxico para los organismos acuáticos, es poco probable que contamine los cursos de agua con las aplicaciones actuales registradas para uso animal. Sin embargo, los efectos de la IVM en la fauna de invertebrados no destino pueden tener un gran impacto en la ecología de los pastizales con altos costos asociados a la presencia de estiércol no degradado. La pérdida económica de la disminución de la calidad de los pastos y la reducción del área de pastos disponibles y apetecibles para el ganado se ha estimado en US $380 millones para la economía estadounidense. La ivermectina afecta a un grupo altamente beneficioso y taxonómicamente diverso que habita en las boñigas, incluidas moscas, avispas parásitas y los escarabajos coprofilos y depredadores. Algunos estudios muestran que las boñigas de animales tratados con IVM puede permanecer en el pasto sin signos notables de degradación hasta por 340 días, mientras que las de animales no tratados se degradan casi por completo después de 80 días. Además, estudios de campo y de laboratorio han demostrado que la susceptibilidad de muchos insectos ocurre a concentraciones muy por debajo de las excretadas en las heces del ganado tratado con IVM. Los efectos sobre la reproducción y el desarrollo de las larvas de coleópteros ocurren a concentraciones que pueden ser 10 veces más bajas que las que causan mortalidad. En Colombia, se han identificado al menos 68 especies de la subfamilia Scarabaeinae en comunidades de estiércol. La mayor diversidad de escarabajos se ha asociado con bosques y sistemas silvopastoriles que incorporan árboles nativos y proporcionan hábitats para su supervivencia.