La COVID-19 reveló que la operación del sistema capitalista y el modelo neoliberal depende de mantener las desigualdades sociales y de sexo en la división del trabajo. En este contexto de crisis sanitaria, las mujeres experimentaron una mayor carga en el cuidado doméstico y de personas. Las estudiantes universitarias no fueron la excepción, por lo que vieron afectadas sus trayectorias educativas y experimentaron estados emocionales que requirieron de apoyo profesional. El presente trabajo analiza las condiciones socioestructurales y el peso de los imaginarios de género en estudiantes universitarias de pregrado y posgrado de una institución de educación superior en México, a través de la exploración de la gestión emocional desarrollada para cumplir con las demandas académicas, domésticas y remuneradas. Se aplicaron 13 entrevistas semiestructuradas (vía Zoom) a estudiantes de entre 20 y 40 años. Los datos se analizaron desde un marco socioantropológico de las emociones y feminista.
Las estudiantes enfrentaron la exigencia del cumplimiento de las responsabilidades domésticas; la mayoría las asumieron como suyas e incluso las actividades académicas fueron relegadas. Las estudiantes que también realizaron labores remuneradas desarrollaron estrategias para cumplir con las tres actividades. El cuidado y la convivencia familiar se destacó como un factor crucial en la vida de estas mujeres, influyendo las formas en cómo equilibraban sus responsabilidades académicas, familiares y remuneradas. Se identifica una gestión emocional pendular entre la culpa, la depresión, la felicidad y la esperanza para lidiar con estas tensiones. Los espacios terapéuticos representaron espacios seguros para expresar sus sentimientos y desafiar las expectativas sociales de género. La reconfiguración de los procesos socioemocionales para mediar el agotamiento, la molestia, la culpa y el miedo fue central y revela el lugar que las mujeres ocupan en la estructura social y no sólo su vida intrapsíquica.