“…Este esfuerzo no debe producirse en un marco puramente teórico, ya que el objetivo fundamental que es mejorar el acto educativo es intrínsecamente práctico. Por ello, investigar y comprobar con datos la eficacia de teorías, métodos y técnicas se convierte en el otro gran brazo sobre el que construir el discurso didáctico, el de los resultados (Aguilar-Cuesta & Martínez-Romera, 2017;Curiel-Marín & Fernández-Cano, 2015). La articulación de la formación teórica y práctica en propuestas que sean contrastables y participativas para los futuros docentes es un foco de interés de primer orden en todas las Facultades de Educación (Sepúlveda, M.P., Gallardo, M., Mayorga, M.J. y Madrid, D. 2017;Martínez, A. et al, 2016;Salerni, 2016;Alsina, Á. y Batllori, R., 2015).…”