“…Actualmente, los emprendimientos de ess desarrollan un modelo híbrido de organización, en la que se busca la participación del mercado, la sociedad civil y el estado, para conformar una red de actores que permitan crear formas alternativas de organizar la economía, que beneficien a sectores marginados; valorando los objetivos sociales y la acumulación de capital al mismo tiempo, con la promesa utópica de generar un tipo de economía diferente, post o altercapitalista, con base a principios más Algunos autores destacan que la ess permite la construcción de capacidades sociales para satisfacer necesidades insatisfechas, a partir de formas de organización y gestión del trabajo y la producción, que promuevan soluciones laborales, de desarrollo y bienestar social, ante el desempleo estructural y la exclusión del actual contexto de mercantilización globalizada (Raffaelli, 2016). De ahí que el sector de la economía social ha aumentado su relevancia entre académicos y tomadores de decisión, en respuesta a los cambios globales de la sociedad actual Sin embargo, el ejercicio de la ess es dependiente y está condicionado por el contexto histórico, político, económico y social en el que se desarrolla (Mazzei, 2021), por lo que resulta importante documentar sobre qué bases se operacionalizan los proyectos políticos y de organización social en contextos específicos de austeridad, para reconocer las limitaciones y oportunidades de determinadas agendas, que ven en la ess una panacea para recuperar la economía y hacer frente a los problemas sociales, ambientales y tecnológicos de los territorios.…”