“…Hemos experimentado en el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Claudio Vicuña de San Antonio, un aumento progresivo de las tasas de histerectomía vaginal en patología benigna sin prolapso, llegando al 70%, comparable a centros de primer orden (9,10,11). Al revisar bibliografía de Kovacs (5,6), Nichols (2), Sheth (11) o Figueiredo y cols (8,9) en la década de los 90, vemos el esfuerzo en sus publicaciones por desmitificar las recomendaciones formales de expertos, respecto de la conveniencia de elegir la vía vaginal, incluso en presencia de cicatrices uterinas, laparotomías pélvicas previas, nuliparidad vaginal, necesidad de anexectomía o frente a la sospecha de adherencias según los antecedentes clínicos, avalados por sus buenos resultados quirúrgicos y lo reproducible de estos. Por esto quisimos llevar un poco más allá la dificultad técnica y comparar un grupo de cierta dificultad, con otro grupo de dificultad extrema que son un real desafío técnico y que requiere de un equipo afiatado y convencido de sus capacidades y sus limitaciones.…”