“…En el contexto mexicano este fenómeno en hombres se puede explicar desde la presión que los hombres experimentan para comenzar a probar su estatus, poder u hombría, algunas veces el poder demostrar que consumen mucho o de manera fuerte está asociado con ser más hombre en la adolescencia (Higareda et al, 2018). De igual manera, los hombres suelen puntuar más alto en el rasgo asociado con la apertura a nuevas experiencias (Becker et al, 2012) así como otras variables ambientales asociadas con el ingreso económico familiar, acceso a servicios de salud y el consumo de familia y amigos; de igual forma estas diferencias pueden ser relacionadas con las políticas en cuanto al consumo de menores, programas para disminuir el consumo de riesgo, así como programas preventivos (Leng et al, 2019).…”