La comunicación beneficia la interacción del individuo, fortalece los microsistemas básicos de socialización, permite la representatividad e institucionalidad comunitaria; más aún, si se fomenta un estilo asertivo que facilite la resistencia a las exigencias del entorno personal y social de los grupos humanos. En este contexto, se evaluó la eficacia de un programa de comunicación asertiva, en 36 agentes de seguridad municipal de 18 a 61 años; bajo el diseño preexperimental de un solo grupo, y la medición pre y post intervención con una versión de 27 reactivos del Inventario de la Asertividad de Rathus (1973). Los resultados indican incremento significativo en la asertividad de los participantes (t de Student -3.320, y p= ,002); con similares efectos respecto al estado civil, el rango de 40 años a más, la educación superior, y la presencia de 2 a más hijos. Se concluye la eficacia del programa en la comunicación asertiva de un grupo humano inmerso en una actividad laboral que exige alta capacidad de afrontamiento socio afectivo, y determina su predisposición para la adquisición de la variable, según sus condiciones sociodemográficas.