“…la neurolingüística, la psiquiatría, la logopedia y la psicología (Caplan, 1992;Hernández Sacristán, 2002;Monsalve Clemente, 2002;Aguilar Alonso y Aguilar Mediavilla, 2004;Tordera Yllescas, 2007;García Gómez et alii , 2020; Pérez Lancho y García Bercianos, 2020, entre otros), si bien debemos apuntar que todavía queda mucho por estudiar e investigar, especialmente sobre el trastorno social de la comunicación -en adelante TCS- (Bishop y Adams, 1989;Bishop, 2000;Botting y Conti-Ramsden, 2003;González et alii , 2015;American Psychiatric Association, 2016), pues, aunque ha sido definido psiquiátricamente (American Psychiatric Association, 2016) y contamos con un cuadro médico de actuación y diagnóstico (Costa et alii , 2003;Geurts et alii , 2004;Helland et alii , 2009;Ketelaars et alii , 2009;Glumbić y Brojčin, 2012;Costa et alii , 2013;Cuthapisith et alii , 2014), no abundan estudios que lo expliquen desde una perspectiva lingüística y pragmática. Por otra parte, tampoco encontramos propuestas didácticas innovadoras que faciliten la vida de los alumnos en educación primaria que lo padecen, a excepción de la de Martín Etxebeste (2020), si bien este no será nuestro objetivo, aunque consideramos que la pedagogía inclusiva es una disciplina fundamental para ayudar a los pacientes más jóvenes en sus primeros cursos escolares.…”